El Juego versus el Aprendizaje
El juego autotélico y el juego orientado al aprendizaje
Autor: Ernesto Yturralde
Nivel de interés: Alto
Tiempo de lectura: 29 minutos
El juego, en sus múltiples facetas, constituye una herramienta fundamental en el desarrollo humano, ofreciéndonos un amplio espectro de beneficios que van desde el entretenimiento hasta el aprendizaje profundo. La distinción entre juego recreativo y juego orientado al aprendizaje reside en sus objetivos y en la manera en que cada uno se experimenta e integra en nuestras vidas. Ambos tipos de juego son esenciales y complementarios en el proceso de desarrollo y educación, cada uno aportando su valor particular a la experiencia humana.
La Recreación
La naturaleza autotélica, arraigada en la búsqueda de actividades que son finales en sí mismas, encuentra la conexión plena en la recreación. En estos espacios lúdicos, los participantes se sumergen en experiencias que ofrecen satisfacción inmediata, no necesariamente por algún beneficio externo, sino por el puro placer derivado del acto mismo. La recreación, en su esencia más pura, promueve un estado de flujo donde llegamos a estar completamente involucrados en el momento, olvidándonos de nosotros mismos y del paso del tiempo. Este entorno propicia una conexión profunda con la actividad, liberando a los participantes en el juego de las presiones del rendimiento y permitiéndonos disfrutar del placer intrínseco de la vivencia.
El término "autotélico" proviene de las raíces griegas "auto", que significa "propio", y "telos", que significa "fin" o "meta". Algo autotélico es aquello que tiene un fin en sí mismo, es decir, una actividad que se realiza no por algún resultado externo o recompensa, sino por el placer y la satisfacción que dicha actividad proporciona intrínsecamente. Este concepto es fundamental para comprender ciertas formas de motivación y experiencia humana, especialmente en contextos de juego, creatividad y aprendizaje.
El psicólogo húngaro-estadounidense Mihaly Csikszentmihalyi (1934-2021), popularizó el término autotélico en relación con su “Teoría del flujo”, un estado mental de inmersión y concentración total en una actividad. Las personas entran en un estado de flujo cuando están completamente absorbidas en lo que están haciendo, por el puro placer de la actividad. Según Csikszentmihalyi, las actividades autotélicas son aquellas que promueven este estado de flujo, proporcionando una sensación de satisfacción que no depende de factores externos.
Las actividades artísticas y creativas podemos verlas como autotélicas porque los artistas, en su espíritu inicial, suelen sentirse motivados principalmente por el proceso de creación en sí, más que por cualquier reconocimiento o compensación que pueda derivarse de su trabajo.
El concepto autotélico en el juego, se refiere a jugar por el placer de jugar, sin buscar recompensas fuera del propio juego en sí mismo. Esto puede aplicarse tanto a juegos físicos como mentales, donde la recompensa es la experiencia misma. El juego recreativo se caracteriza por su espontaneidad y su naturaleza lúdica. Es el juego por el placer de jugar, sin objetivos educativos explícitos o resultados predefinidos. Los participantes se sumergen en el momento presente, guiados por el deseo de diversión, exploración y la satisfacción inmediata que el juego proporciona.
Ernesto Yturralde
« Cuando niño jugaba a ser grande, ahora grande, juego para no dejar de ser niño. »
Recreación: El placer de jugar por jugar
Conozco a grandes Recreadores profesionales que disfrutan de hacer que otros disfruten del juego. La recreación permite una forma de jugar para el bienestar emocional, ya que:
- Promueve la relajación y reduce el estrés | Al enfocarse en la alegría del momento, los participantes logran desconectarse de las preocupaciones diarias y experimentar un estado de bienestar.
- Fomenta la socialización | El juego recreativo ofrece oportunidades para interactuar con otros de manera informal, fortaleciendo lazos comunitarios y habilidades sociales.
- Estimula la creatividad y la imaginación | La libertad que permite el juego recreativo, permite a los participantes explorar nuevos mundos, roles y posibilidades sin limitaciones.
- Promueve el bienestar emocional | La recreación contribuye a una mayor satisfacción con la vida, mejora el estado de ánimo, reduce la depresión y promueve una actitud positiva hacia la vida.
El ocio y el tiempo libre
El ocio y el tiempo libre son conceptos fundamentales en la comprensión de la calidad de vida, el bienestar y nuestro desarrollo humano. Estos momentos, lejos de las obligaciones cotidianas, nos ofrecen una oportunidad invaluable para el descanso, la recreación, el crecimiento personal y la expresión creativa. Aunque a menudo solemos usarlos como sinónimos, los términos tienen matices que vale la pena explorar para captar su plena significancia.
El ocio es más que un simple período de tiempo, es un estado que se caracteriza por la libertad que tenemos de elegir actividades que son altamente gratificantes para cada uno de nosotros. Es un espacio para el desarrollo personal, la introspección, la creatividad y la participación en actividades que enriquecen nuestro espíritu y amplían nuestros horizontes personales. El ocio implica una elección consciente y se basa en la motivación intrínseca, siendo una fuente de placer y plena satisfacción.
El tiempo libre se refiere a períodos específicos en los que no estamos comprometidos con nuestras obligaciones laborales, domésticas o educativas. Es el tiempo disponible fuera de las responsabilidades cotidianas, que podemos utilizarlo de muy diversas maneras, ya sea para el ocio, el descanso o la realización de actividades personales. La manera en que elegimos utilizar nuestro tiempo libre refleja nuestros intereses, pasiones y necesidades de bienestar.
Johan Huizinga (1872-1945), historiador y filósofo neerlandés, nos ofrece una de las definiciones más influyentes y fundamentales del juego en su obra "Homo Ludens", publicada en 1938. Huizinga caracteriza el juego como una actividad voluntaria o libre, realizada dentro de ciertos límites de tiempo y espacio, según reglas libremente aceptadas, pero absolutamente vinculantes, dotada de un objetivo en sí misma, acompañada de un sentimiento de tensión y alegría y la conciencia de ser “diferente” de la vida cotidiana.
El juego, ¿privilegio propio de los humanos?
Para Huizinga, el juego es anterior a la cultura, ya que no solo los seres humanos jugamos; los animales también participan en el juego y lo observamos en varias especies animales, no se limita únicamente a nosotros los humanos. Estudiosos han observado que los mamíferos juegan, animales domésticos como los perros y los gatos, chimpancés y orangutanes, las nutrias, los pandas y los osos, así como los tigres y los leones. También se ha observado el juego en los cetáceos como los delfines, e inclusive aves y ciertos reptiles como la tortuga marina, que han evidenciado el juego en lo cotidiano, en ciertos rituales y entre algunas especies, inclusive.
El juego, expresión cultural
El juego trasciende la mera actividad física o entretenimiento; es una fuente de formación y expresión cultural, que se manifiesta en el arte, el derecho, la filosofía y otros ámbitos de la actividad social. Huizinga insiste en que el juego es un componente esencial de lo que significa ser humano y juega un papel crucial en la generación de cultura.
Esta visión destaca al juego como una actividad significativa, que encapsula tanto la competencia como el placer, el aprendizaje y la expresión creativa, situándolo en el corazón de la experiencia humana y la actividad cultural.
El valor del ocio y el tiempo libre
La importancia del ocio y el tiempo libre reside en nuestra capacidad para mejorar nuestra calidad de vida. Estudios demuestran que dedicar tiempo a actividades de ocio contribuye significativamente al bienestar emocional, la reducción del estrés, la salud física y la satisfacción con la vida. Las actividades de ocio, al ser elegidas libremente y encontrar placer en su realización, pueden ser una fuente de felicidad y un antídoto contra el estrés.
En nuestros entornos actuales, el ocio y el tiempo libre enfrentan grandes desafíos. La tecnología, aunque ofrece nuevas formas de entretenimiento y conexión, también nos puede invadir estos espacios con la constante demanda de atención y la desaparición de límites entre el trabajo y nuestra vida personal. La percepción social del "estar ocupado" como sinónimo de éxito y productividad puede llevarnos a una subvaloración del ocio y el tiempo libre, viéndolos como lujos, en lugar de necesidades esenciales para nuestro bienestar y el de nuestras familias.
El ocio y el tiempo libre son aspectos esenciales de la experiencia humana, ofreciéndonos un espacio vital para el descanso, la recreación y el enriquecimiento personal. Reconocer su valor y buscar un equilibrio saludable entre el trabajo, las responsabilidades y el ocio es clave para llevar una vida plena y satisfactoria. En un mundo cada vez más acelerado como el que vivimos, hacer espacio para el ocio y aprovechar nuestro tiempo libre se convierte en un acto de cuidado personal que debemos elevar a la consciencia.
Escape Rooms
Los “Escape Rooms” han alcanzado gran popularidad en varios países y se presentan como un excelente espacio que genera gran expectativa para pasar un momento divertido para un grupo limitado de amigos o en familia, simultáneamente.
Vemos que en la actualidad se promueve a los “Escape Rooms” como una opción de Team Building, pero, ¿realmente es tal? Los Escape Rooms son una gran alternativa para pasarla bien en camaradería, y están más cercanos a ser una actividad lúdica en su esencia, que a ser un espacio para el aprendizaje de manera divertida. Esta es una actividad Pay-to-play.
Los “Escape Rooms” son una gran alternativa para pasarla bien, pero no podemos considerarla per se, como una alternativa de “Team Building” con los cuales logremos desarrollar habilidades, competencias y aprendizajes de manera implícita.
El hecho de que “las personas trabajen en equipo” para salir de la habitación en 60 minutos, la sostiene como una actividad innovadora e interesante, más no la convierte en un “Team Building” como tal, desde la valoración de un PEA Proceso Enseñanza-Aprendizaje.
MasterChef y Build-a-Bike
Actividades al estilo "Master Chef" con el equipo de la empresa o competencias para armar bicicletas: “Build-a-Bike” para luego ser donadas, han ido emergiendo como opciones que se presentan como actividad de Team Building, pero son desde mi mirada, actividades que capturarán el interés y proporcionan un disfrute inmediato a los participantes. Estas actividades, ricas en diversión y colaboración espontánea, son ejemplos de cómo el placer y la satisfacción personal pueden ser el motor principal de una experiencia grupal. Sin embargo, su naturaleza autotélica, centrada en la realización de la actividad por el puro goce que esta ofrece, las distancia de ser consideradas como talleres de Team Building que agreguen valor posterior a la vivencia. Aunque fomentan la cooperación y pueden fortalecer vínculos de manera incidental, carecen de un enfoque dirigido hacia objetivos de aprendizaje específicos o desarrollo de habilidades de equipo de manera intencional y dirigida. Por lo tanto, mientras que estas jornadas resultan ser muy divertidas y pueden mejorar la cohesión grupal mientras decurre la actividad, su contribución al fortalecimiento y desarrollo de equipos de trabajo es muy baja pues no hallan espacios para las reflexiones que son las que permiten los aprendizajes.
La Aventura como experiencia autotélica
Las actividades de aventura nos ofrecen la dicotomía entre las experiencias autotélicas y las experiencias estructuradas con fines de aprendizaje en el contexto del aprendizaje al aire libre o "outdoor training". En su esencia autotélica, las actividades de aventura las disfrutamos por el simple placer de hacerlas, escalar una montaña, navegar por rápidos o explorar senderos desconocidos, son vivencias que, para muchos, no necesitan justificación más allá del desafío físico y emocional que representan. Este enfoque autotélico pone de manifiesto la importancia de vivir el momento, de sumergirse en la vivencia sin buscar un beneficio ulterior más allá de la plena satisfacción personal y vivir las emociones que surgen de la acción propiamente.
La Aventura como escenario para el Aprendizaje Outdoor
Cuando las actividades de aventura las diseñamos con un enfoque orientado al aprendizaje, estas se transforman en poderosas herramientas de aprendizaje al aire libre, siempre contando con técnicos especializados en cada una de las actividades adicionalmente a nosotros los(as) Facilitadores(as). La aventura en este escenario, actúa como un medio hacia un fin, utilizando el entorno natural y los desafíos inherentes a las actividades de aventura para facilitar el aprendizaje personal, social y habilidades blandas. Este aprendizaje experiencial al aire libre nos permite abordar temas como el liderazgo, toma de decisiones, el trabajo en equipo, la resiliencia y el autoconocimiento.
Convergencia de lo autotélico y el aprendizaje en espacios outdoor
Una expedición de montañismo, rafting, senderismo, velerismo, puede comenzar como una búsqueda autotélica de la vivencia, de la conquista de objetivos antes los retos y luego transformarse en una experiencia de aprendizaje profundo sobre la capacidad de superación, el trabajo en equipo y la toma de decisiones bajo presión, desde la apertura de un espacio de reflexión que los Facilitadores(as) deberemos canalizar. Este entrelazamiento de goce y aprendizaje genera grandes posibilidades para que las que las aventuras al aire libre sean medios para el desarrollo personal y el Aprendizaje Experiencial.
La aventura, ya sea buscada por el placer intrínseco que ofrece o como un escenario para el Aprendizaje Experiencial, nos proporciona un contexto diferente y novedoso para el crecimiento. Cuando equilibramos estos enfoques, los(as) Facilitadores(as) podemos maximizar los beneficios de las actividades de aventura para los participantes, aprovechando al máximo el entorno natural como un aula sin paredes que nos invita tanto a la exploración como al autodescubrimiento. Tengo el honor de haber acompañado en su desarrollo en el Aprendizaje Experiencial a Ernesto "Pichón" Málaga, reconocido montañista peruano; a Paulina Aulestia la primera ecuatoriana en coronar el Everest; a Atenas Cardoze, montañista, orgullo panameño, y a Jorge Frigerio, montañista argentino-chileno quien logró el "Cruce de los Andes del Ejército Libertador", Ernesto "Neto" Ponce, quien ha escalado el Rajuntay en Perú, llegando a 5,475 msnm; todos ellos montañistas, profesionales que más allá de la aventura, logran generar la conexión con el aprendizaje, creando experiencias únicas. Asimismo tuve el placer de conocer en Estados Unidos a Víctor Gallo de Costa Rica, quien fuese Board Member de la ACCT Association for Challege Course Technology, experto constructor de Campos de Cuerdas en toda América.
Aprendizaje Experiencial: Jugar con propósito
El juego orientado al aprendizaje incorpora intencionalmente elementos educativos dentro de la estructura lúdica, procurando equilibrar el disfrute con objetivos de desarrollo específicos. Este tipo de juego es diseñado con la premisa de que el aprendizaje puede ser profundamente enriquecedor y disfrutable cuando se presenta de manera atractiva y relevante y es conducido por un Facilitador. El juego en el aprendizaje, es exotélico.
El término "exotélico" contrasta con "autotélico" y se refiere a actividades o acciones que se realizan con propósitos o fines externos, más allá del placer y satisfacción personal que la actividad misma pueda proporcionar. Mientras que lo autotélico se centra en la motivación interna y el valor intrínseco de una acción, lo exotélico se orienta hacia objetivos, resultados o recompensas que están fuera de la actividad en sí. Esto incluye realizar tareas por una recompensa económica, reconocimiento social, o cualquier otro resultado que sea ajeno al simple disfrute de la acción realizada. En contextos prácticos, la mayoría de las actividades laborales, educativas y sociales pueden tener componentes exotélicos significativos, ya que se realizan con el objetivo de alcanzar resultados específicos o cumplir con expectativas externas.
Al abordar el Aprendizaje Experiencial, desde esta perspectiva, introducimos el elemento de reflexión y objetivos más definidos y pre-estructurados. Este modelo educativo se basa en la premisa de que el aprendizaje ocurre cuando los participantes llegan a estar activamente involucrados en una vivencia, seguida de una etapa de reflexión que conecta a la experiencia con los conceptos teóricos y su aplicación práctica.
El juego, implementando dinámicas de grupos, lo orientamos desde el Aprendizaje Experiencial:
- Objetivos de aprendizaje claros | Aunque mantenemos un ambiente lúdico, las actividades están diseñadas para desarrollar habilidades o conocimientos específicos.
- Reflexión y aplicación | El juego orientado al aprendizaje incluye momentos de reflexión que conducen los(as) Facilitadores(as) ayudando a los participantes en su rol de Socios del Aprendizaje a conectar la experiencia del juego con el aprendizaje y hacia compromisos de acción.
- Retos | Ajustamos el nivel de complejidad para mantener a los participantes comprometidos y desafiados de manera óptima, promoviendo el crecimiento personal y el desarrollo de competencias.
Ernesto Yturralde
« El juego es el disfraz del aprendizaje, un disfraz libre, divertido y transparente, que no pretende ocultar nada, mas bien enseñar todo. »
La diferencia clave radica en la intencionalidad detrás de la actividad. La recreación al tener un enfoque autotélico se enfoca en la vivencia por sí misma y es guiada por un(a) Animador(a) Sociocultural, un(a) Recreador(a) o Recreacionista, mientras que el Aprendizaje Experiencial como metodología, utiliza la experiencia como un medio hacia objetivos de aprendizaje y es guiada por un(a) Facilitador(a). Sin embargo, esto no descarta que momentos de fluidez y satisfacción intrínseca puedan surgir durante el proceso de aprendizaje, especialmente cuando los participantes se encuentran profundamente comprometidos y motivados por la misma actividad.
El desafío para los Facilitadores en el Aprendizaje Experiencial radica en encontrar el punto que permita a los participantes en su rol de Socios del Aprendizaje, disfrutar de las experiencias dentro de un marco de aprendizaje. Aunque los objetivos educativos guían el proceso, la forma en que se estructuran y facilitan las experiencias puede fomentar un estado de flujo y disfrute intrínseco. He podido confirmar que la clave está en diseñar actividades que, aunque tengan objetivos de aprendizaje claros, permitan a los participantes sumergirse tan completamente, que el acto de aprender se convierta en una experiencia placentera y gratificante.
Estas reflexiones nos invitan a profundizar en cómo concebimos y aplicamos el Aprendizaje Experiencial y el Juego Recreativo en entornos grupales. Reconociendo la distinción entre estos enfoques, podemos aspirar a crear experiencias que, si bien son distintas en su intención y estructura, comparten la capacidad de enriquecer la vida de los participantes a través del placer intrínseco y el desarrollo personal que requiere sensibilidad, creatividad y un profundo entendimiento de la naturaleza humana.
Para citar este artículo, utiliza:
Yturralde, Ernesto (2024). 'El juego autotélico y el juego orientado al aprendizaje'. Recuperado de https://yturralde.com/articulo-juego-vs-aprendizaje.html