El Síndrome de Procusto

El Síndrome de Procusto

El Síndrome de Procusto

Autor: Ernesto Yturralde

Nivel de interés: Alto
Tiempo de lectura: 05 minutos

El Síndrome de Procusto

El "Síndrome de Procusto" es un término que hace referencia a una práctica bastante común en el mundo laboral y social, en la cual se pretende forzar a las personas a un mismo molde, eliminando todo lo que las hace diferentes. El nombre del síndrome proviene de la mitología griega de Procusto (hijo de Poseidon), quien tenía una cama de hierro en la que ajustaba a sus huéspedes a la fuerza, cortando las piernas de aquellos que eran demasiado altos o estirando a los más bajos hasta que encajaran en la cama. El "Síndrome de Procusto" hace referencia a la intolerancia a la diferencia.

Este síndrome se manifiesta de diferentes maneras, desde la misma etapa de Reclutamiento, o al establecer parámetros en el reemplazo de un colaborador que ya no está con nosotros y buscamos un candidato para cubrir la posición. En algunos casos, se espera que los colaboradores de la organización sigan estrictamente los protocolos y los procedimientos establecidos, sin tener en cuenta sus propias habilidades o conocimientos. En otros casos, las personas son juzgadas y evaluadas en función de criterios rígidos y estereotipados, sin considerar su experiencia o sus habilidades personales.

Los efectos del "Síndrome de Procusto" pueden ser devastadores para la moral de los colaboradores y para la productividad en general. Cuando esperamos que todos los colaboradores sean iguales, se pierde la oportunidad de aprovechar la diversidad de talentos y habilidades que cada persona tiene para ofrecer. Además, se puede generar una cultura de conformidad y temor a tomar riesgos, lo que impide la innovación y la creatividad, provocando estancamiento.

Evitar el "Síndrome de Procusto" no será sencillo, ya que quien lo evidencia será quien deba darse cuenta” para “hacerse cargo”, fomentando la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo, aceptando y celebrando las diferencias de los colaboradores, y permitiéndoles desarrollar sus habilidades particulares y talentos únicos. Será importante promover la flexibilidad y el pensamiento crítico, en lugar de simplemente auspiciar seguir reglas y rígidos procedimientos establecidos.

Debemos enfatizar que hay posiciones dentro de la organización que deben regirse a normas que no admiten discrecionalidad y que deben ser cumplidas dentro de estándares preestablecidos.

Otra forma de evitar el Síndrome de Procusto, es fomentar una cultura de apoyo y colaboración. Cuando los colaboradores se sienten valorados y apreciados por su particular contribución, será, entonces, más probable que se sientan motivados para compartir sus ideas y trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes.

En década de los 30 del siglo pasado, el psicólogo y filósofo español, José Ortega y Gasset, describió en su obra "La rebelión de las masas" cómo se estaba gestando un cambio en la sociedad que estaba llevando a la homogeneización de las personas. La presión social estaba llevando a una uniformidad de las costumbres, sus gustos y comportamientos, a lo que Ortega denominó "la tiranía de la mayoría" y acuñó “el hombre-masa”.

El "Síndrome de Procusto" es un claro ejemplo de esta tiranía, donde se espera que todas las personas se adapten a un determinado modelo establecido. Esto puede verse en muchas áreas de la vida, desde la educación hasta el mundo laboral. En la educación, se espera que los estudiantes se ajusten a un plan de estudios rígido y que aprendan de una sola forma. En el mundo laboral, se espera que los colaboradores sigan estrictamente los procedimientos y protocolos establecidos, sin tomar en cuenta sus propias habilidades o conocimientos.

Este síndrome puede ser especialmente dañino para las personas que no se ajustan a las normas establecidas, como aquellos con discapacidades o consideradas como minorías. Cuando estas personas no se ajustan a las normas, pueden ser marginadas o discriminadas, lo que puede tener consecuencias graves para su bienestar físico y emocional.

Para evitar el "Síndrome de Procusto" en las organizaciones, es importante fomentar la diversidad y la inclusión en todas las áreas. Celebremos y valoraremos las diferencias de las personas, y permitamos desarrollar sus habilidades y talentos únicos. También significa que promovamos un ambiente de respeto y tolerancia hacia aquellos que no se ajustan a las normas establecidas.

Conclusiones

Conocer sobre el "Síndrome de Procusto" nos permite tener una mirada más amplia sobre las prácticas en mayor o menor grado, que llegan a ser destructivas en el trabajo y en la sociedad en general. Celebremos la diversidad y la inclusión, fomentemos la flexibilidad y el pensamiento crítico, y sostengamos una cultura de apoyo y colaboración. De esta manera, podremos aprovechar al máximo el potencial y la creatividad de todos los miembros de nuestra organización y de nuestra comunidad.

Para citar este artículo:

Yturralde, Ernesto (2023). 'El Síndrome de Procusto'. Recuperado de https://yturralde.com/articulo-sindrome-de-procusto.html

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